La Comarca Andina del Paralelo 42 es una hermosa región de la Patagonia, conformada por localidades de Chubut y Río Negro que -más allá de los límites políticos- comparten montañas, bosques encantados y ríos cristalinos. Por la mítica Ruta 40 es posible recorrer casi todos los pueblos que forma parte de esta porción de tierra separada por una línea imaginaria: El Bolsón, Lago Puelo, El Hoyo, Epuyén, Cholila y El Maitén.
El Bolsón
El Hoyo
A 12 kilómetros de El Bolsón se encuentra El Hoyo. En esta bonita localidad se cultivan frambuesas, frutillas, cerezas y grosellas. Por eso es conocida como la Capital Nacional de La Fruta Fina.
Como está en un valle encajonado entre montañas, El Hoyo posee un microclima especial y un paisaje impactante.
Paseamos por el pueblo y tras recorrer 13 kilómetros llegamos a Puerto Patriada, un lugar paradisíaco. El Lago Epuyén totalmente espejado, rodeado de playas de arena y de bosques, es el sitio elegido -por los habitantes y por quienes estamos de paso- para descansar, tomar mates y comer tortas fritas.
Ahí mismo vimos un arco iris gigante y un sol radiante. Nos habían dicho que era un rincón mágico y lo comprobamos.
En Puerto Patriada hay un campamento de montaña, una proveeduría, parrillas y baños. También hay un puesto que ofrece kayaks para recorrer de punta a punta el Lago Epuyén.
De regreso conocimos el Laberinto, hecho de cerco vivo, con nueve puertas y una salida. «El laberinto es un símbolo del mundo espiritual, una representación de los caminos alternativos y las encrucijadas que se nos presentan en la vida», dice en la página web de este emprendimiento que abrió sus puertas en el 2012 y que hoy es un símbolo de esta localidad. Después de hacer el recorrido, lo ideal es sentarse a merendar en la casa de té que se encuentra dentro del predio. Ofrecen una gran variedad de tortas y tartas con frutos rojos.
Epuyén
Epuyén se encuentra a 28 kilómetros de El Hoyo. En este pequeño pueblo también es posible disfrutar el agua transparente que caracteriza al Lago Epuyén, pero desde otra perspectiva. Ingresamos al Parque Municipal Puerto Bonito y nos sentamos en una piedra gigante a contemplar el paisaje. Estaba nublado y frío, pero de a poco el cielo se fue despejando y todo nuestro entorno cambió completamente en cuestión de minutos.
Quienes busquen estar en movimiento, pueden tomar algunos de los senderos señalizados: Sendero de las playas (bordeando la costa del lago), Circuito de Piedra Pintada, Sendero a El Chalet (conduce a una casa en ruinas), Bahía Las Percas y Ex-Monasterio (por este camino se llega a un mirador y a los restos de un monasterio).
Y Epuyén es el único lugar de la Patagonia andina que tiene desde el 2011 un monumento budista. Se trata de una obra arquitectónica de 12 metros de alto, que tardó tres años en construirse y hoy es un espacio mágico dedicado a la meditación, que atrae a turistas de todas partes.
Esquél
Nos alejamos de Epuyén y fuimos hasta Esquél para conocer el Parque Nacional Los Alerces, una de las áreas protegidas más lindas de Argentina creada para preservar los bosques milenarios de alerces (parte de los seres vivos más antiguos del planeta). Ingresamos por la Portada Centro del parque. Ahí hay que pagar una entrada y continuar. Nos informaron que varios senderos estaban cerrados por «cuestiones climáticas», pero eso no disminuyó nuestro entusiasmo.
Nuestra primera parada fue en Villa Futalaufquen, donde se encuentra un coqueto centro cívico rodeado de hermosos jardines y el bellísimo Lago Futalaufquen. Nos quedamos un buen rato frente al espejo de agua de color azul.
Continuamos nuestro recorrido y frenamos en Puerto Limonao. La paz que hay en este lugar es indescriptible. Como si nada, se nos acercó un zorro y con la mirada nos explicó que ellos, los animales, eran los dueños del lugar. Llegamos hasta la distinguida Hostería Futalaufquen y pegamos la vuelta.
Retomamos el camino principal del parque, que rodea el lago. Ahí hay numerosos campings . Nosotros bajamos en Coihue Viejo, donde hay un árbol gigante. También conocimos el camping Punta Mattos y Playa El Francés.
Seguimos y descubrimos una de las joyitas del parque: el Río Arrayanes, de color verde esmeralda, que desemboca en el Lago verde. En ese sector hay un precioso bosque con arrayanes (árbol que da nombre al río), una pasarela y un muelle.
En el camping hay fogones, mesas frente al río, parrillas, proveeduría, duchas con agua caliente, muchísimos espacios para acampar y domos calefaccionados para los viajeros que buscan tener contacto con la naturaleza y más comodidad.
Cholila
A la salida del parque paseamos por Cholila (que en mapuche significa valle hermoso). En este pintoresco pueblo todas las calles son de tierra y las casitas de madera están separadas unas de otras por extensas chacras. No tiene tanta vegetación como otros sectores de la Comarca Andina, pero si hileras de rectos álamos, que en otoño se tiñen de un color amarillo intenso y le dan a Cholila un toque especial.
Lago Puelo
Por último conocimos Lago Puelo, una preciosa villa de montaña, ubicada a 14 kilómetros de El Bolsón.
Y ahí nos dimos el gusto de caminar. Ingresamos al Parque Nacional Lago Puelo, pagamos el acceso y nos atamos bien los cordones.
Lo primero que visitamos fue el lago de color turquesa que le da nombre a esta hermosa localidad. Ahí hay un puerto, mesas de madera y una playita de arena blanca. En la costa descansaban dos kayaks, el medio que eligen los turistas para recorrer el lago y llegar hasta el límite con Chile.
Después tomamos el sendero hacia el Bosque de las Sombras. Por una pasarela de madera caminamos sobre un pantano cubierto de hojas secas, donde apenas ingresan algunos rayos de luz.
También hicimos el sendero La Voz del Arce. En un trayecto bellísimo lleno de arces amarillos, explican -por medio de carteles- cómo hacen instrumentos musicales con la madera de éstos lindos árboles.
Continuamos por el sendero Antiguos Pobladores y llegamos hasta el Jardín Botánico. Más de una vez nos detuvimos a comer zarzamoras, que -junto a las rosas mosquetas- acompañan al caminante desde el principio hasta el final.
Por último, nos dirigimos hasta el Mirador del Lago. Cuesta llegar hasta arriba, pero la vista que hay desde la cima es increíble. El paisaje parece un cuadro recién pintado.
El Maitén
Por cuestiones de tiempo no pudimos conocer la localidad de El Maitén, conocida a nivel mundial por «La Trochita», el ferrocarril que une las provincia de Río Negro y Chubut. Además de pasear por la estepa patagónica, la aventura incluye: visita al Museo, al Paseo de Artesanos y a los Talleres Ferroviarios.
Lo ideal es dedicarle un día completo a cada lugar.
Así fue nuestro viaje por la Comarca Andina del Paralelo 42, donde nos conectamos plenamente con la naturaleza.
La Patagonia nos sigue asombrando y todavía queda mucho por conocer.
Y recibí toda la información por correo, así seguimos viajando juntos
¡De regalo vas a recibir una guía con los mejores alojamientos de las sierras!
Hermosas fotos! me encantan esos azules intensos mezclados con verdes y ocres!
¡Ceci!
¡En otoño la Patagonia es una explosión de colores!
¡Una belleza!
Hermoso!!! preciosas las fotos…..gracias por compartir tanto.
¡Gracias Poly por estar ahí siempre!
¡Por tus lindas palabras y por tu apoyo constante!
Sin lugar a dudas, maravilloso por donde se lo mire!
Hermosos paisajes dignos de cuadros como son tus fotos !
¡Gracias Anita por acompañarme en ésta aventura!
¡Pronto viajamos de nuevo!
Bellísimos paisajes! De algunos pueblos tenía una idea, a El Bolsón lo pude conocer, pero de otros no sabía su existencia. Gracias por la info y compartir esas fotasas de mural! Sin dudas es un circuito digno de conocer y disfrutar.
¡Gracias Fer!
Yo tampoco conocía todos esos pueblitos maravillosos.
¡La Patagonia es GIGANTE y HERMOSA!
Hermoso!! un sueño esos lugares… tuve la suerte de concer varios cuando fui de viaje de estudios a Parque Nacional los Alerces y me enamoré de la patagonia… ojalá algún día se cumple mi sueño de irme a vivir por aquellos lados…
¡Cintia! ¡Somos 2 las que soñamos lo mismo! ¡Amo la Patagonia!
¿De dónde sos? Pregunto porque acá el viaje de estudio es en Bariloche…
¡Un abrazo gigante!
La verdad esa parte de la Argentina es maravillosa siempre pero en otoño enamora aún más, hermosa nota
Saludos
Siiiiiiiiiiii Nicolás, es la primera vez que viajo en otoño y es tre-men-do.
¡Gracias por estar del otro lado!
¡Un fuerte abrazo!
Hace unos años, precisamente doce, hicimos un viaje a esa región patagónica, con nuestra hija menor, de 16 años, recuerdo que estábamos en dos carpas a orillas del Futalaufquen y como siempre me pasa, en presencia de la maravilla de la naturaleza me despierto muy temprano. Me asomé desde la carpa y vi un espectáculo único, el lago un espejo gigante, azul, quieto, silencioso y las nubes bajas, envolviéndome, casi casi podía tocarlas. Esa sensación de inmensidad me produjo la misma plenitud que siento al ver estas fotos. Comparto este recuerdo y te agradezco que me permitas mirar a traves de tu mirada. Un abrazo!
¡Susana! ¡Qué lindo tu mensaje! ¡Qué lindo que a través de mis fotos hayas recordado ése momento! ¡Qué lindo poder «conectarme» con ustedes, que están del otro lado de la pantalla, de ésta manera».
¡Un fuerrrrrrrrrrrrrrrrrrte abrazo!
Ari querida… Como siempre, a la altura de las expectativas de tus lectores. Hermosas fotos y relatos. Te quiero!!!
¡Graciassssssssssssssssssssss Ani!
¡Una de mis lectoras preferidas!
¡Te adoro!
¡GRACIAS X COMPARTIR! Me enamoré, próximo viaje decidido. Las fotos, espectaculares. En palabras e imágenes me llevaste allá.
¡Gracias Nati! ¡El SUR enamora!
¡Genial que hayas podido viajar a través de las palabras e imágenes!
¡Cualquier cosa que necesites, me preguntas!
¡Un fuerte abrazo!
Siiiiiiiiii bellisimoooooo conozco de pasada el Bolson, el Hoyo …….Amoooooo la Patagoniaaaaa!!!!!
GRACIASSSS por compartir tanta belleza. La descripción es perfecta al leerla es como si estuviera ahi !!!
Un fuerte abrazo!!!
¡Gracias Mirta!
¡Somos un montón los que amamos la Patagonia! 🙂
¡Un abrazo gigante!
Hoy 27/6 recién leo este relato viendo las preciosas fotos. Me va «inspirando» unas ganas locas de viajar para esos rumbos junto a mi hermana y tener una experiencia similar a la de uds. Las fotos, colores, paisajes son tan bellos que me imagino caminando por ahí, reposando rodeada de una naturaleza maravillosa,conversando…y… leyendo y comiendo muchas «cositas ricas» en compañía de Lina. Un SUEÑO que quizás ambas podamos concretar y… nos facilita mucho éste, tu itinerario ynos guía el bello relato… nos has dejado «miguitas en el sendero», esperemos pronto poder ir a recogerlas…
¡Nora! ¡Ojalá pronto puedan viajar juntas!
Inspirar a otros es uno de los objetivos de Imaginate Acá.
¡Sería genial verlas a las 2 en el sur!
¡Quiero fotos!