La Cumbrecita es un pueblo pequeño pero repleto de senderos, ubicado en el Valle de Calamuchita, que tiene un entorno de fantasía: casitas de estilo alpino, duendes, bosques que parecen encantados, hongos colorados con pintitas blancas y ríos de agua transparente.
Muchos van de paso, pero dormir y despertarse en este lugar mágico es una experiencia inolvidable.
Y como un solo día no es suficiente para recorrerla, a continuación te contamos qué hacer un sábado y domingo (o algún otro día).
Primer día: paseo por el pueblo
La Cumbrecita es un pueblo peatonal. Esto significa que no pueden circular vehículos, aunque hay algunas excepciones. Por ejemplo: si vamos de visita y nos alojamos en una cabaña o en un hotel del lugar, podemos ingresar con nuestro auto y estacionarlo (las personas que van a pasar el día tienen que dejar el auto en la entrada del pueblo y abonar un importe por vehículo).
De cualquier forma, todos los recorridos se hacen a pie. Cruzando la calle empedrada y el atractivo puente de madera, empezamos a sumergirnos en un mundo paralelo. Hay diferentes circuitos para hacer de manera autoguiada. Una opción es conocer el casco histórico de La Cumbrecita, visitando en primer lugar la Plaza de Ajedrez, donde es posible jugar una partida sobre un gran tablero con piezas de hierro y hojalata que son verdaderas obras de arte.
Si tomamos el camino hacia la izquierda, en una de las zonas más elevadas, encontramos La Fuente construida en el año 1942. Cuenta con un cuenco revestido de madera y una campana que antiguamente era utilizada en caso de emergencias. Tomando el camino hacia la derecha nos topamos con La Capilla, un ícono de esta localidad. Seamos religiosos o no, vale la pena adentrarse en el bosque de pinos y llegar hasta esta bonita construcción abierta a todos los credos.
Podemos seguir el recorrido por la Calle Oscura, denominada así por el túnel que forman las copas de inmensos pinos con raíces expuestas, donde apenas ingresan algunos rayos de luz y donde se encuentra una de las primeras construcciones del pueblo: la casa con techos de madera conocida como “Carpe Diem”.
Durante todo el trayecto nos vamos a cruzar con pintorescas viviendas de estilo centroerupeo, con jardines llenos de flores y con esculturas talladas sobre árboles. Hay hadas, duendes, hongos, ardillas, lechuzas, zorritos, gauchos, alemanes; entre otras. Estas esculturas fueron realizadas utilizando los restos de cipreses y cedros que quedaron en pie luego de una fuerte tormenta de viento que, en octubre de 2012, derribó unos 500 ejemplares.
Si quedan ganas de seguir caminando, sugerimos visitar La Olla (una pileta natural con más de seis metros de profundidad formada por el arroyo Almbach), el Lago de las Truchas, La Cascada de 14 metros de altura y el Río del Medio que cuenta con diferentes senderos y playas de arena, ideal para tomar unos mates y hacer una breve o larga pausa.
Quienes estén en buen estado físico pueden bordear la tradicional confitería Liesbeth, atravesar el precioso Bosquecito de Abedules y llegar hasta la cima del cerro Wank. Desde ahí arriba es posible apreciar las Sierras Grandes y el Valle de Calamuchita. Cerca del Cerro, hay un río subterráneo y una cascada escondida, que se pueden conocer junto a un guía habilitado (la excursión dura entre seis y siete horas).
Segundo día: jornada de aventura
Después de recorrer a fondo el pueblo, que durante el día se llena de turistas y por la noche recupera la calma, un buen plan es visitar Peñón del Águila. A metros del centro, camino a la escuela, está el ingreso a este parque temático. Ahí, en Estación del Cedro hay que elegir un pase según las actividades que cada uno quiera realizar. Luego de abonar el pase seleccionado, un tren sobre neumáticos (réplica de una locomotora a vapor austríaca) transporta a los visitantes hasta la Estación Central Pino, donde inicia la aventura. En este sector se encuentra el restaurante (Refugio Gambrinus) y los únicos baños del complejo.
La propuesta es variada. Podemos comenzar haciendo Arborismo, una actividad maravillosa, excepto para quienes les temen a las alturas. Consiste en desplazarse entre las copas de los árboles mediante puentes colgantes, a varios metros del suelo. Los puentes son cuerdas, troncos, gomas o redes que se mueven y dificultan el trayecto. Aclaramos que los participantes están asegurados con arneses para evitar cualquier inconveniente.
Otras opciones: continuar con el Arco y Flecha (la famosa competencia de tiro al blanco) y después hacer Palestra. La torre tiene nueve metros de alto y cinco caras escalables de distinta dificultad. Parece fácil pero no lo es.
También hay una plataforma desde donde se puede realizar el Salto del Águila (salto al vacío desde 12 metros de altura). Y La Tirolesa es, sin lugar a dudas, una experiencia imperdible. Quienes se animen, se van a deslizar sobre ríos y montañas a través de un cable suspendido en el aire, mientras disfrutan la vista panorámica. Importante: los turnos son limitados y se entregan por orden de llegada.
Finalmente proponemos recorrer la Reserva Natural y bajar las pulsaciones.
Para los niños hay una plaza exclusiva, una versión kínder de arborismo y de palestra y un show musical (“La leyenda de Gambrinus”) que cuenta la leyenda del Rey de la Cerveza.
Conservando el ticket de compra y la pulsera colocada en el ingreso del parque, es posible volver al día siguiente para terminar las actividades que no se pudieron hacer o para repetirlas (si compramos el pase de actividades ilimitadas), sin cargo.
En temporada baja, abre de viernes a domingos y feriados de 11 a 19.
Tener en cuenta
En La Cumbrecita no hay bancos, cajeros automáticos, ni estaciones de servicios.
Los circuitos dentro de La Cumbrecita están previstos para ser realizados a pie. Recomendamos viajar con ropa cómoda, abrigo y calzado adecuado (lo ideal es llevar zapatillas o botas de trekking).
En la página web hay una descripción detallada de 11 senderos para hacer sin guías y sin costo extra (incluye duración aproximada y distancia recorrida).
Las excursiones extendidas (espeleología, cabalgatas, buceo y trekking de media/alta dificultad) deben ser realizadas con guías especializados y habilitados para tales fines.
¿Cómo llegar a La Cumbrecita?
La Cumbrecita está ubicada a 36 kilómetros de Villa General Belgrano y 118 kilómetros de la ciudad de Córdoba, en el Valle de Calamuchita.
En auto, tomar la RP 5 o la RP 109 (rutas asfaltadas).
En colectivo, hay que hacer dos tramos: Córdoba-Villa General Belgrano y luego Villa General Belgrano-La Cumbrecita.
¿Dónde dormir en La Cumbrecita?
Solares Cumbrecita. Este hotel cuenta con una ubicación privilegiada: está en la calle principal del pueblo, rodeado de naturaleza. Tiene 18 habitaciones y 4 aparts equipados, estacionamiento cubierto, quincho con asador y piscina. La estadía incluye desayuno buffet y acceso sin costo a Peñón del Águila.
¿Dónde comer en La Cumbrecita?
La mayoría de los restaurantes y las casas de té se encuentran en la entrada del pueblo, a lo largo de la callecita central que atraviesa el casco histórico.
Helmut. Es una de las casas más antiguas del pueblo (ahí vivió el fundador de La Cumbrecita). Está ubicada frente al río, a cien metros del puente de ingreso. Dentro de esta construcción de piedra con grandes ventanales, decorada con valijas y fotografías históricas, se pueden probar platos típicos como gulasch con spatzle y salchichas alemanas con chucrut. La especialidad de la casa: trucha a la manteca con finas hierbas aromáticas al horno acompañada de papas españolas y bondiola de cerdo al horno con romero y mostaza acompañada de puré de papas.
Además ofrecen cervezas artesanales.
Abre de martes a domingos de 11 a 19 (viernes y sábados hasta más tarde).
Bar Suizo. Se encuentra sobre la calle principal. Ofrecen repostería centroeuropea. Algunas opciones imperdibles: Apfelstrudel de la casa (strudel tibio, crema, helado y salsa de frambuesas) y la auténtica selva negra (bizcochuelo de chocolate, relleno con crema y guindas).
También ofrecen platos típicos para almorzar o cenar. Una de las especialidades: la raclette (incluye salchicha alemana, ananá, pepino, aceitunas, morrón, champiñones, queso mozzarella, pategras y tibo con papas al natural).
Abre de lunes a domingos de 12 a 20 (jueves, viernes y sábados hasta las 24). Martes cerrado.
Descubrí Intiyaco, un lugar casi oculto entre Villa General Belgrano y La Cumbrecita
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Ariiiiii,
Es una excelente época para hacer este paseo, el sol del otoño y la brisa fresca son ideales para las caminatas por la Cumbrecita!
Gracias por la información y las recomendaciones!
¡Pina!
Si, me encantaría volver en pleno otoño y ver los tonos ocres y amarillos. También me quedó pendiente subir un cerro.
Gracias a vos por leer y estar siempre ahí.
Hermosos lugares para conocer ! Ya lo recomiendo a unos amigos que quieren ir de paseo por la zona !!!
Genial la info!! 👏👏👏👏
¡Ra! ¡Gracias por la recomendación!
Se viene la mejor época para visitar La Cumbrecita, otro lugar precioso de nuestra provincia.
Buenísima la info del lugar Ari! Las fotos hermosas y se ve que por más de ser un lugar chico tiene muchas opciones de entretenimiento.
¡Gracias Lauti!
Si, es un pueblito lleno de rincones y de opciones diferentes. No alcanza un día para hacer todo, por eso la propuesta es ir dos o más días. Para conocer bien, hacer diferentes actividades y tener tiempo también de descansar.