Sin mucha planificación decidimos ir a Colón. La idea era recorrer Entre Ríos, pero sólo pudimos conocer algunos sectores de esta hermosa provincia, que -a grandes rasgos- se caracteriza por: el río, los diferentes tonos de verdes y las puestas de sol.
Día 1: centro de Colón y alrededores
Lo primero que hicimos fue parar en el Centro de Información y Asistencia al Turista, ubicado junto al Puerto, donde permanecen de pie antiguas edificaciones. Después de pedir algunos datos y folletos para orientarnos, comenzamos a recorrer las calles de Colón que conserva la tranquilidad de las pequeñas ciudades del interior.
Sobre la avenida principal (12 de Abril) encontramos el banco, la biblioteca, el teatro, el Museo Histórico Regional, la policía y una parroquia. Lo que más nos gustó fue el Parque Quirós con sus escalinatas y las plazas. No todas las plazas son lindas, pero en Colón sí. Y si hay algo que disfrutamos mucho es sentarnos a tomar mates en esas manzanas bien verdes, sin apuro y sin WiFi. Son espacios donde el tiempo no existe, donde siempre hay un niño y un perro y donde nuestra mente se detiene.
Continuamos nuestro paseo por la Costanera. De un lado: el majestuoso Río Uruguay. Del otro: árboles gigantes y antiguas casas de color terracota, una más linda que la otra. Entre varias opciones, elegimos pasar la tarde en el Balneario Piedras Coloradas. Nos habían dicho que tenía las mejores playas de arena blanca y lo comprobamos.
Día 2: selva y ruido de animales salvajes
El segundo día arrancó temprano. Desde Colón manejamos hasta una pequeña localidad llamada Ubajay, donde se encuentra el famoso Parque Nacional El Palmar (ése que hasta hace poco sólo conocíamos por internet). En la Portada pagamos el ingreso y con gran emoción empezamos a recorrer los caminos de tierra colorada.
Ni bien entramos se nos cruzó un carpincho y nos desesperamos por sacarle una foto (no sabíamos que después nos íbamos a cruzar con muchos de éstos roedores de gran tamaño). Pero sólo vimos un armadillo y logramos capturarlo con nuestra cámara. Confesamos que nos quedamos con ganas de ver coloridos pájaros.
En el parque hay varios senderos. La Glorieta es el principal. Y están los caminos que conducen al Mirador del Arroyo Los Loros y Mirador del Arroyo El Palmar. Además, se pueden visitar las ruinas históricas y hacer una pausa en el área de servicios que cuenta con proveeduría, restaurante y acceso a la playa.
Sea cual sea el circuito que uno haga, el paisaje es grandioso: miles y miles de palmeras Yatay (especie que vive normalmente entre 200 y 400 años y supera los 20 metros de altura). Sólo hay que decidir en qué lugar del parque ver el mejor atardecer. Cuando el sol cae, el cielo pasa de color anaranjado a violeta en cuestión de minutos y marca la silueta de las incontables palmeras.
Otras actividades
En Colón hay un complejo con aguas termales y un parque acuático que funciona todo el año. El agua se clasifica como bicarbonatada, sódica y cálcica. Sirve para combatir el estrés, calmar afecciones reumáticas y respiratorias y mejorar la textura de la piel.
También en otras localidades cercanas como Federación, San José y Villa Elisa es posible disfrutar el agua tibia y relajante.
Otro lugar increíble para visitar en el Litoral: Puerto Iguazú
¿Cómo llegar a Colón?
De ida ingresamos a la provincia de Entre Ríos por el Túnel Subfluvial hasta Paraná. Luego fuimos por Villaguay hasta Villa Elisa, pasamos San José y llegamos a Colón. De regreso tomamos la autopista Rosario-Córdoba y cruzamos el impactante Puente Victoria.
¿Dónde dormir en Colón?
Hostería-Restaurante del Puerto. Antiguo edificio que fue completamente restaurado y hoy es considerado patrimonio histórico arquitectónico de la ciudad. Cuenta con dos pisos, un patio central con un singular aljibe y pileta. El desayuno se sirve en la planta baja, donde funciona el restaurante.
¿Dónde comer en Colón?
MDCDIII (1903). Restaurante ubicado en pleno centro. La especialidad: pizzas a la piedra. La de fugazzeta, una maravilla. Buenos precios y excelente atención.
¿Qué comprar en Colón?
Alfajores Aquellos 530. Una delicia elaborada en Colón, por gente de Colón. Variedad: chocolate con dulce de leche, glasé con dulce de leche y glasé con mermelada frutal.
Así fue nuestro paso por Colón, un lugar para conocer en dos o más días. No hace falta irse tan lejos para encontrar una buena playa y perderse en medio de la naturaleza.
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